Los números árabes o arábigos son conocidos por ser el grupo de símbolos más utilizado a nivel mundial para representar los números.
También conocidos como números indoarábigos, cuentan con una historia que se remonta cientos de años atrás, habiendo tenido una evolución y una expansión nación a nación que demuestra con eficacia cómo distintas culturas del mundo pueden llegar a aceptar un único sistema.
Tabla de contenidos
La numeración arábiga occidental y oriental
Es posible que estemos habituados a denominar a “nuestros” números como simplemente “números occidentales”, dado que sabemos por el cine y la televisión que en otros países se utilizan otros símbolos (y a veces ni nos planteamos que nuestros números también son, en realidad, símbolos).
Pero lo que no se conoce tanto es que la forma correcta de llamar a estos números que utilizamos es números arábigos occidentales, aunque también se suele simplificar como números arábigos modernos.
Una de las variantes existente es la englobada por los números arábigos orientales, representados por símbolos a los que no estamos habituados, pero que se usan en otras partes del mundo.
Los numerales arábigos son la muestra más extendida en la actualidad de los números de forma mundial, comenzando en el cero y acabando en el nueve. Este sistema decimal es uno de los pilares de la sociedad tal y como la conocemos en tiempos actuales.
Historia y origen de los números arábigos
El punto de partida más extendido coloca la chincheta en India en una fecha alrededor del año 500. Por entonces no existía una versión definitiva del sistema de numeración, pero sí que se asentaron las bases de una simbología que se iría utilizando cada vez más.
El desarrollo del sistema arábigo fue progresivo, de tal manera que comerciantes y todo tipo de personas usaban los números con la intención de poder contar y realizar gestiones.
Al principio se hacían operaciones por medio del sistema de numeración Brahmi, pero todo cambió cuando en el año 700 se introdujo el uso del cero (que originalmente era un punto). Ese fue el punto de inflexión que lo cambió todo, dado que el cero permitía realizar operaciones de una manera más cómoda y encima limitando el uso de números a una decena de símbolos.
En cualquier caso, se cree que el auténtico origen del sistema de números se encuentra en China, aunque no haya pruebas absolutas de ello. Aparentemente los chinos que se desplazaron entre los años 400 y 800 a India con la intención de hacer un largo peregrinaje budista habrían sido los responsables de introducir la semilla del sistema de numeración.
La creencia popular es que los números que introdujeron era la escritura china Hua Ma y que en India se adaptó de manera que también causó interés entre los árabes. Estos no copiaron simplemente lo que vieron en India, dado que allí había distintas maneras de representar los números, sino que optaron por elegir aquellos símbolos que les parecían más convenientes y fáciles de recordar para crear su propia versión de los mismos.
Al-Juarismi y su importancia en la expansión de la numeración árabe
Al-Juarismi fue un matemático que nació y murió entre los años 780 y 850, estando considerado como uno de los más destacados expertos de su época, sino el que más. Escribió el libro que sirvió como punto de partida para que los números arábigos tuvieran expansión en Europa y de su mano nacieron términos como guarismo o álgebra.
También escribió otras obras, siendo una de las más representativas “Compendio de cálculo por compleción y comparación”, donde utiliza las operaciones de álgebra en un contexto real dando solución y aplicaciones a muchos problemas del imperio islámico de la época. De forma totalmente didáctica fue una obra que ayudó a extender la popularidad y, sobre todo, la utilidad que tenían las matemáticas.
Su trabajo englobó disciplinas como la astronomía, la aritmética o la geografía, con aportes en cada una de ellas que marcaron de un modo u otro el rumbo de estos sectores del conocimiento.
La llegada a Europa y España
Hay una fecha concreta que marcó la llegada de los números árabes a Europa: el año 825. Fue entonces cuando Al-Khwārizmī (Al-Juarismi) hizo la publicación del documento “El cálculo con números de India”, el cual tuvo una gran repercusión.
Su traducción al latín bautizada como “Algoritmi de numero Indorum” sobrevive todavía hoy día y ha ayudado a ser una muestra viva de la evolución del número. Curiosamente, esa traducción dio forma a una palabra usada de forma común hoy día como es “algoritmo”, inspirada en la traducción al latín del nombre del autor.
Existen rumores acerca de cómo los españoles ya usaban este sistema de números antes de que los moros llegaran y conquistaran la nación. La teoría es que los números se introdujeron a través de Alejandría, pero faltan pruebas que puedan confirmarlo.
En cualquier caso, la expansión por Europa comenzó desde España (Al-Ándalus en esa época), por parte de los musulmanes desde el Sur de España y por la de de los académicos españoles del resto del país, que indudablemente apreciaron las ventajas que tenía este sistema.
Hubo otros momentos importantes para el aumento de importancia que tuvieron los números arábigos en Europa. En el año 976 ya se daba fe de su existencia en el Codex Vigilanus y en 980 obtuvieron gran presencia en el continente gracias al trabajo de Gerbert de Aurillac, que había estudiado en Barcelona.
La transformación de Gerbert en el Papa Silvestre II ayudó aún más a esta expansión. Tiempo después, en 1202, el matemático Leonardo Fibonacci publicaría el libro Liber Abaci en el cual daría protagonismo a estos números y a la utilidad que representaba su uso.
El punto se convierte en cero de la numeración arábiga
Los números árabes ya existían antes de que se comenzara a utilizar el cero. Pero se daba una situación problemática, dado que había que buscar una forma de poder expresar esa cifra. Lo que se hacía antes del cero era utilizar un punto. No obstante, se pueden imaginar la multitud de problemas que daba este tipo de recurso.
En muchas ocasiones el punto se olvidaba o simplemente se borraba, dado que los sistemas de escritura de la época no eran como los actuales. Esto daba lugar a dispuestas y complicaciones.
De la mano del trabajo de Al-Juarismi se vio el valor que había en la adopción de este número, convirtiéndolo en parte de la numeración arábiga. Para el año 901 el uso del número cero se había masificado en nuestro país, pero su implementación en otras partes del continente no llegaría hasta dos siglos después.
La leyenda de los números árabes y los ángulos
Una de las teorías más extendidas, a la vez que errónea según las demostraciones y pruebas históricas, sobre el origen de los números modernos tal y como los conocemos, relaciona los símbolos de los números con sus ángulos.
Se dice que el origen de los símbolos tal y como se usan hoy día está atribuido a la cantidad de ángulos que tiene cada uno de los números. E indudablemente esto puede confirmarse si analizamos bien cada número en base a una forma de escritura de los mismos, la cual tiene que ser muy específica en algunos de los casos (7 y 8 principalmente).
Teniendo en cuenta que el número 0 no tiene ningún ángulo, la teoría resulta encajar bien.